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Ranking: los remakes live action de Disney

Ordenamos todos los remakes live action de Disney (hasta ahora) en este ranking.

Para la desgracia de unos y beneplácito de los nostálgicos otros, estamos viviendo en la era de los remakes, precuelas, secuelas, spin-offs y similares. Y uno de los estudios cinematográficos mayormente responsables de esto es Disney: en los últimos 10 años hemos tenido varios remakes live action con resultados mixtos.

Por ello, realizamos este ranking en el que los ordenamos del peor al mejor. Nos enfocaremos sólo en los remakes live action de Disney de esta era, por lo que no incluiremos 101 Dalmatians de 1996 (su equivalente será la película de Cruella, del próximo año). Tampoco consideraremos a Alice Through the Looking Glass (2016) ni a Christopher Robin (2018), pues no son remakes de ninguno de los clásicos animados de Disney en específico.

8. Dumbo (2019)

El remake menos exitoso de Disney y la película menos burtonesca de Tim Burton, así se recordará a esta nueva versión de Dumbo. De por sí se adaptó una película que no es tan icónica como la mayoría del catálogo de Disney, pero cuando se anunció que Burton sería el director, la expectativa empezó a formarse. No fue difícil emocionarse y visualizar la famosa escena de los elefantes rosas en manos del también director de Edward Scissorhands, pero al final nos quedamos con un espectáculo de burbujas que dura segundos y con un estilo visual genérico y decepcionante.

La versión animada apenas dura poco más de una hora, por lo que el argumento tuvo que ser alargado y terminó enfocándose más en nuevos personajes humanos que realmente no son muy interesantes. La segunda mitad de la película es completamente nueva, presentando a Michael Keaton como el malvado dueño de un parque de diversiones futurista que rompe completamente con el estilo clásico que tuvo la primera mitad, por lo que se siente como dos películas diferentes.

Aunque se agradece su intento por darnos algo diferente (a la fecha es el remake que más se aleja del original), acabará repitiendo lo ocurrido con la versión de 1941 y se volverá uno de los títulos más olvidables de Disney.

7. Alice in Wonderland (2010)

Si hay que señalar culpables por esta era de remakes live action de Disney, es esta película. Fue estrenada en uno de los momentos más oportunos de la historia reciente de la industria: el boom del 3D a principios de la década, sumado a los considerables atractivos de Tim Burton y Johnny Depp en taquilla, lograron que la película recaudara más de mil millones de dólares, abriéndole los ojos a Disney sobre el buen negocio de los remakes.

A diferencia de Dumbo, todos los elementos visuales característicos de Burton están presentes aquí al igual que sus actores recurrentes, quienes son la mayor fortaleza de la película. El tono oscuro, diseño de personajes e incluso los efectos visuales cumplen su función de dejarnos imágenes memorables que ya se volvieron parte de la cultura popular.

El gran problema de esta versión es su guión. Al ser un extraño híbrido entre secuela y remake, confundió a la audiencia más de lo que debía. Se le dio demasiado peso a la historia del Sombrerero Loco (Depp), dejando a un lado a la protagonista de la película (Mia Wasikowska), quien a su vez tuvo una historia que cayó en el cliché de “la elegida”. Esta versión no solo se queda corta tanto de la caricatura como de la novela, si no que comete el grave error de intentar normalizar una historia que justamente se volvió famosa por ser todo menos normal.

6. The Lion King (2019)

Aclaremos algo, esta nueva versión no es una mala película en lo absoluto. De toda esta lista es la película más impresionante y un verdadero logro tecnológico, pero a su vez es el claro ejemplo de todo lo que está mal con los remakes live action de Disney (incluso si, técnicamente, esto no es live action sino animación). Al recrear la original casi cuadro por cuadro, las sorpresas e incluso las emociones se vuelven escasas, pues no hay nada nuevo que los fanáticos del clásico de 1994 no se sepan de memoria.

El nuevo look hiperrealista, por muy espectacular que sea, no funciona del todo para un remake tan cercano. Al comportarse como animales reales, los personajes pierden mucha expresividad y los números musicales se vuelven torpes e incluso aburridos sin toda la libertad visual que ofrece la animación tradicional. Además, ¿alguien entendió por qué toda la escena de Can You Feel the Love Tonight ocurre de día?

No dejes de ver la entrevista con el director Jon Favreau

Sin duda es el remake que más ha dividido a la gente con tantos pocos días de haberse estrenado. Para muchos fanáticos es toda una experiencia nostálgica que los transporta a su infancia, pero para muchos otros es un remake innecesario que no aporta nada nuevo a la película más importante de Disney.

Lee la reseña EMPIRE: The Lion King: el regreso del monarca

5. Maleficent (2014)

Hasta ahora, este es el único remake que ha cambiado la perspectiva de la original, pues cuenta la historia de la famosa villana. Aquí no solo se le da un oscuro origen a Maléfica para entenderla mejor y justificar sus acciones, también el famoso beso que despierta a Aurora cambia radicalmente con un nuevo twist feminista.

El casting de Angelina Jolie no pudo ser más perfecto, su carisma en la pantalla grande siempre ha sido magnético y en esta ocasión puedes sentir lo mucho que está disfrutando ser la villana, sin dejar a un lado una nueva calidez que se le dio al personaje en esta entrega. Pero Maléfica roba tanto los reflectores que lamentablemente todos los demás personajes de la historia terminan siendo prácticamente inútiles para la trama.

Este nuevo enfoque se tambalea en el final, pues en Maleficent, la villana nunca alcanza los niveles de maldad que se conocen y esperaban. Se podría decir que se esforzaron tanto en que simpatizáramos con ella, que en el proceso la convirtieron en todo menos lo que dice su nombre.

4. Cinderella (2015)

Dos palabras: Cate Blanchett. Si alguien se corona como la mejor villana de los remakes live action de Disney, es ella. Su interpretación eleva una película muy simple que no toma ningún riesgo creativo ni narrativo, pero la gran diferencia con Maleficent es que Lady Tremaine es una villana odiosa y despiadada. Sí, se intenta darle algunas cualidades redimibles, pero nunca se aleja de su función de ponerle obstáculos a la protagonista de una manera muy disfrutable.

Aunque sea muy sencilla no deja de ser una película muy bien hecha. Los vestuarios, el diseño de producción e incluso la fotografía son impecables. De hecho, junto con Aladdin podría ser el remake menos oscuro que no tuvo problema en adoptar el tono ligero y colorido de la versión animada.

Pero no todo es color rosa, el gran problema con Cinderella no tiene tanto que ver con la película en sí, si no con el cuento original. Una joven sumisa (con aparentemente más de veinte años) que no hace nada por salir de su desfavorable situación y solamente lo logra casándose con un príncipe, no es el mejor modelo a seguir para el público del siglo XXI, por lo que inevitablemente acaba por sentirse anticuado.

3. The Jungle Book (2016)

Aparte de sus excelentes efectos visuales (precursores para The Lion King) lo más destacable de este remake es la acertada dirección de Jon Favreau, quien se enfrentó al gran reto de no solamente dirigir a un niño, sino hacerlo en un set donde sólo estaban él y pantallas verdes a su alrededor. El resultado es digno de admirar.

El cast de las voces en inglés es envidiable. Actores como Bill Murray le inyectan a la película un humor único a la historia, mientras que los villanos con voces de Scarlett Johansson y sobre todo Idris Elba como Shere-Khan son verdaderamente intimidantes.

Aquí se tuvo la ventaja de que The Jungle Book no es un clásico tan entrañable ni conocido de Disney, por lo que esta nueva versión se sintió fresca y, sobre todo, entretenida. La única razón por la que no está más arriba en la lista es porque comparte un problema con The Lion King: las canciones alegres de la original no quedan bien con el tono más oscuro y realista del remake. En especial la canción del Rey Louie rompe completamente con la tensión de la escena, con un resultado muy bizarro que te saca de la historia por un momento.

2. Beauty and the Beast (2017)

Hace unos años, cuando a pocos les importó que la mayoría del reparto fuera británico en una historia claramente situada en Francia, Disney nos dio una recreación que supo adaptar perfectamente el sentimiento de la original con Emma Watson en el papel que siempre estuvo destinada a interpretar. Por supuesto, no decepcionó.

Definitivamente este remake tiene el mejor guión de todos, respetando el original pero también resolviendo todos los cabos sueltos, dándole más profundidad a las historias de cada personaje y elevando lo que está en juego, así agregándole una tensión refrescante. Además, Bella (Watson) se vuelve mucho más proactiva, pues busca salir de sus problemas por cuenta propia sin necesitar que un hombre la salve, lo que la convierte en un mejor ejemplo a seguir.

Aunque se abusa un poco de los efectos especiales con los diseños de la Bestia (Dan Stevens) y los habitantes del castillo, los números musicales se benefician mucho de la presencia de humanos. Además agregan nuevas canciones que mantienen la calidad de las clásicas.

1. Aladdin (2019)

Desde que salió el primer trailer y vimos a Will Smith como el genio, la expectativa se fue a los suelos y los cuchillos estaban afilados y listos para destrozar a este remake. Pero nadie esperaba que el resultado final sería el remake live action de Disney más divertido de la lista.

Will Smith estaba destinado a fracasar comparado con Robin Williams como el genio, pero en vez de imitar lo ya hecho creó un genio a su propio estilo, y funciona mejor de lo que muchos esperaban. Esta vez no sólo se encargaron de que los actores tuvieran el origen étnico correcto, también fueron grandes aciertos en cuestión de química y actuaciones. Si tan solo Jafar (Marwan Kenzari) hubiera sido un actor menos joven, no habría queja alguna.

No dejes de ver la entrevista con Aladdin, Jasmine y el productor de la película

Se podría hablar mucho sobre todo lo que hicieron bien: la combinación perfecta entre sets reales y efectos especiales, vestuarios excéntricos y memorables, atinado sentido del humor, toda la subtrama de intriga política y el nuevo empoderamiento de Jazmín (Naomi Scott). Pero la joya de la corona es la dirección de Guy Ritchie, su característico estilo visual está presente en la proporción justa para mantener su sello sin dejar de ser una película de Disney. Por esto es que Aladdin no solo es el remake más creativo, también es el mejor.