Al final del último capítulo vemos una referencia a los Deathclaw, que seguramente tendrán un papel muy importante en la temporada siguiente.
Fallout, serie basada en el aclamado juego de video del mismo nombre, es una de las mejores producciones que se pueden ver actualmente en Prime Video. Su brillante diseño de producción es una delicia tanto para los nuevos como para los viejos fans, que ya están hablando del impactante y emocionante final de la primera temporada y lo que veremos en la segunda. Al final del último capítulo vemos una referencia a los Deathclaw, que seguramente tendrán un papel muy importante en la temporada siguiente.
¿Qué son los Deathclaw y cuál es su relación con el universo Fallout?
El cráneo que aparece al final de la primera temporada de Fallout pertenece a un Deathclaw fallecido. Los Deathclaw son probablemente las criaturas no humanas y no mutantes más reconocibles de la serie, junto a los Dogmeat. Estas corpulentas criaturas con dientes afilados, cuernos poderosos y un enorme par de garras han formado parte de la franquicia Fallout desde el principio, en 1997.
Casi siempre aparecen como el enemigo más difícil con el que se puede topar un jugador. Estos seres no son muy comunes en los Yermos, ya que suelen permanecer en sus madrigueras y sólo salen a cazar. Aunque no se alimentan principalmente de humanos, los Deathclaw no pensaran dos veces para atacarlos si se llegan a encontrar con ellos.
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La mayor parte de los monstruos de la serie son resultado de la radiación nuclear que dejó tras de sí La Gran Guerra. Esto llevó a la creación de insectos gigantes como las Radroaches, vacas de dos cabezas como Brahmin y osos desfigurados como el Yao Guai. Entonces, ¿de qué animal mutó el Deathclaw? Pues resulta que los Deathclaw no son mutantes en absoluto.
Orígenes
Los orígenes de los Deathclaw se remontan a antes de que cayeran las bombas durante la Gran Guerra. No se sabe con exactitud cuándo se crearon, pero sí sabemos que los primeros seres nacieron gracias a la experimentación y manipulación genética llevada a cabo por el gobierno de Estados Unidos.
El objetivo del proyecto Deathclaw era utilizar a las criaturas en combates cuerpo a cuerpo. Esto reduciría en gran medida las bajas estadounidenses en tiempos de guerra, además de suponer un verdadero reto de combate para los soldados enemigos.
Tras la disolución del ejército estadounidense y el colapso de la sociedad durante la guerra, los Deathclaw encontraron una forma de escapar y multiplicarse. En comparación con otras criaturas, los Deathclaw ya estaban diseñados para ser los depredadores definitivos del mundo, por lo que no tuvieron problemas para adaptarse al nuevo entorno.
Existen unos pocos ejemplos de Deathclaw domesticados en los Yermos de posguerra. Los responsables de domesticarlos son los siniestros Enclave, la oscura organización fascista que espera reconstruir América como una dictadura. Este grupo utiliza a los Deathclaw para sus propios fines nefastos, y los equipa con algún tipo de dispositivo de control mental para que cumplan sus órdenes.