Back to Black sigue la vida de Winehouse desde su adolescencia en el norte de Londres hasta su ascenso en una megaestrella internacional.
Alrededor de la figura de Amy Winehouse existen muchas versiones y toda una mitología que se explora en la más reciente biopic de la artista, Back to Black. En ella se expone la difícil relación entre la cantante y su marido Blake Fielder-Civil, acusado de ser quien la indujo a las drogas que al final acabaron con su vida. Según la directora de la cinta, las causas de la muerte de la cantante de tan sólo 27 años fueron otras y no precisamente su tenso matrimonio con Blake.
Sam Taylor-Johnson, directora de la biopic que ya se encuentra en cines de México, sostiene que “los paparazzi y la adicción” llevaron a Winehouse a su perdición, no su exmarido. Back to Black sigue la vida de Winehouse desde su adolescencia en el norte de Londres hasta su ascenso en una megaestrella internacional.
El acoso que sufrió la cantante por parte de los medios y los paparazzi es uno de los temas principales de la película, pues fue una constante en la vida real de la creadora de canciones como “You Know I´m No Good” o “Back to Black”.
Una escena la muestra cayendo afuera de una farmacia mientras los fotógrafos se agachan para tomarle una buena foto, en lugar de ayudarla a ponerse de pie.
Una historia donde impera el respeto
Taylor-Johnson cuenta a la BBC que quiso conocer a Fielder-Civil antes de filmar la película, pero no le fue posible. Su idea era entender más el alma de Amy para poder llevar su personaje de la mejor manera a la pantalla.
“Teníamos que entender por qué Amy se enamoró de él, así que no se trataba de hacer un villano unidimensional”, dice. “Tuvimos que enamorarnos de él para entender por qué ella escribió uno de los mejores álbumes sobre su relación”.
“En cuanto a Blake, no me correspondía juzgar a alguien que obviamente era un adicto, ni a los dos, que tenían esta intensa, aunque tóxica, historia de amor”.
La directora, en cambio, sí tuvo acceso a los padres de la cantante, a quienes visitó en señal de respeto antes de comenzar la filmación de su cinta. Aunque no se involucraron en la filmación, sí hicieron una visita al set y conocieron a Marisa Abela, la actriz que hace de Winehouse en la película.
“Para mí fue increíblemente importante ser respetuosa y ser consciente de la sensibilidad de ese momento”, cuenta la actriz.
La actriz tomó lecciones de canto antes del rodaje: “Lo importante para mí era que la música era el medio con el que Amy quería contar su historia, y si cantas de alguna manera que se parezca al estilo de canto de Amy, entonces puedes contar cada historia como ella hubiera querido contarla”.
Amy Winehouse falleció por intoxicación por alcohol en 2011, cuando solo tenía 27 años, lo que la llevó a formar parte de ese club de artistas que han muerto a la misma edad, como Kurt Cobain, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin, entre otros.
Tanto Marisa Abela como Sam Taylor-Johnson quieren que la película muestre lo increíble que fue Winehouse como artista y la manera en que sus canciones cambiaron la vida de muchas personas.