George Lucas sorprendió a propios y extraños con el éxito del Episodio IV de Star Wars, una apuesta arriesgada que no haber triunfado su destino sería diferente.
El plan original de George Lucas para la secuela de A New Hope, era una película de modesto presupuesto. Splinter of the Mind Eye (El ojo de la mente) es la historia donde Luke Skywalker, quien sigue al servicio de la Alianza Rebelde, acompaña a la Princesa Leia a una reunión diplomática en el cuarto planeta de la estrella Circarpo Mayor.
Pero una tempestad les obliga a aterrizar en el planeta Mimban, donde conocen a la hechicera Hall, quien posee un fragmento del Cristal de Kalibur, un talismán con poderes extraordinarios. Luke, Leia y la hechicera Hall luchan por conseguir todos los fragmentos del cristal para dar fin con las minas de energía que el Imperio instaló en el planeta.
Durante el desarrollo de la trama, se despierta un interés romántico entre Luke y Leia, algo que causaría polémica, pero esto no llegó a suceder, ya que tras el éxito del Episodio IV, la apuesta de George Lucas fue realizar The Empire Strikes Back, producción que vio la luz en 1980.
Además de Luke y Leia, esta historia traería de regreso a Darth Vader, así como a los androides R2D2 y C3PO. Mientras que personajes como el capitán Grammel y el gobernador Essada harían su debut en la saga.
Al no llegar este proyecto al cine, la historia llegó a las páginas de los cómics en 1978, publicada por el sello de Del Rey Books, lo que la convirtió en una obra que inspiró a la expansión del universo de Star Wars.