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#Cine

¿Por qué Spider-Man es de Sony Pictures?

Por años, el hecho de que Spider-Man es de Sony Pictures (en lo que respecta al cine) impidió que el personaje conviviera en la gran pantalla con otros de sus congéneres de los cómics. Eso cambió con un acuerdo entre Sony y Marvel Studios para incluir a Spidey en Captain America: Civil War (2016), del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU).

Esto ha llegado a su fin por desacuerdos financieros entre ambos estudios. Sony lo hizo oficial con una declaración: “estamos decepcionados, pero respetamos la decisión de Disney (compañía propietaria de Marvel Studios) de no tener (a Kevin Feige) como cabeza de la producción de nuestra próxima película de Spider-Man en live-action”. En el mismo comunicado, el estudio deja la puerta abierta para futuras negociaciones.

Con esto, es oficial que Tom Holland seguirá siendo Spidey (según se dice, en dos películas más), pero que ya no formará parte del MCU. Sin embargo, la situación dio lugar a mucha confusión por parte del público. ¿Por qué Spider-Man es de Sony Pictures? ¿Acaso no es un personaje de Marvel, técnicamente?

Sí… y a la vez no. Todo se debe al pasado de Marvel Comics y al complicado camino del arácnido a la pantalla.

 

Los inicios

Así es: Spider-Man es y siempre ha sido un personaje de Marvel Comics. Y desde siempre ha convivido con otros personajes de su editorial. Vaya, que en el primer cómic de su línea, The Amazing Spider-Man #1, comparte portada con Fantastic Four. Pero en el cine, la cuestión se complica.

Hubo un tiempo durante los 70 en el que Marvel Comics atravesaba un pico de popularidad. Por iniciativa de Stan Lee, la editorial ofreció licencias de sus propiedades a varios proyectos, lo que daría lugar a productos tan variados como la serie de televisión The Incredible Hulk con Lou Ferrigno, o la serie radiofónica de Fantastic Four. En su momento, incluso hubo negociaciones para llevar a los entonces exitosísimos X-Men al cine.

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Marvel no tuvo el éxito deseado en Hollywood, industria que consideraba a los superhéroes como personajes tontos para niños. Sólo a finales de la década el superhéroe más popular de entonces, Superman, llegaría a la gran pantalla. El proyecto de X-Men se aplazaría por años para nunca prosperar, y Spider-Man sólo llegó a ser una película de 1977 que devino en piloto para una breve serie de televisión (hoy se le considera de culto).

 

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La historia se complica mucho en los ochenta. El fracaso de Superman III hizo ver a ejecutivos de Hollywood que el breve boom del cine de superhéroes había pasado, y se perdió el interés. Sin embargo, algunos no estaban dispuestos a rendirse, conscientes de la fama del arácnido.

 

El sentido arácnido de Sony Pictures

En 1985, la hoy extinta Cannon Films, de Menahem Golan, compró los derechos a Marvel Comics. ¿La condición? Que estos serían devueltos a la editorial si no lograban estrenar la película para 1990.

En resumen, serios problemas financieros llevaron a Cannon a ser adquirida por otro estudio, que a su vez quebró. Golan estableció otra compañía, 21st Century Films, pero no logró financiar la película. Así, vendió los derechos de distribución de la película por separado: Viacom para televisión, Columbia Pictures (sí, la subsidiaria de Sony Pictures) para home video, y Carolco para cines. Esta última había realizado Terminator de James Cameron, y fue así como éste llegó a poner sus manos en el guión. Su nombre ayudó a conseguir, finalmente, sólido financiamiento.

Lo que siguió fue un drama legal demasiado enredado, pero basta con decir que prácticamente todos los involucrados, desde Marvel Comics a Golan, Cameron y Columbia, se demandaron los unos a los otros. En tan sólo un año, Golan, Carolco y Marvel habían quebrado, y Golan había perdido los derechos del personaje. Esto, indirectamente, sentó las bases por las que Spider-Man es de Sony Pictures hoy en día.

Para sobrevivir los malos días, Marvel Comics comenzó a vender las licencias fílmicas de sus franquicias. En 1998, esto condujo a un joven ejecutivo de Sony Pictures, Yair Landau, a hacerle una oferta a Marvel por los derechos de Spidey (los derechos de home video aún les pertenecían por vía de Columbia). La editorial les hizo una contraoferta: Spider-Man, más todos los personajes de Marvel disponibles (como Iron Man, Ant-Man y Black Panther), por $25 millones de dólares. Los jefes de Landau vivirán eternamente en la infamia por rechazar la oferta. “A nadie le importan una mierda los otros personajes de Marvel. Ve y negocia sólo por Spider-Man”, dijeron. Es así como, en 2002, obtuvimos Spider-Man de Sam Raimi, cuyos derechos sólo costaron $10 millones a Sony (y un mínimo de la taquilla para Marvel).

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La letra chiquita

Desde entonces, Spider-Man es de Sony Pictures en todo lo que respecta a producciones fílmicas. La licencia, sin embargo, establecía algo similar al acuerdo con Cannon: Sony tendría que estrenar películas de Spider-Man cada cierto tiempo, o los derechos regresarían a Marvel. Esa fue la razón por la que, tras los múltiples retrasos e inconformidades de Sam Raimi con Spider-Man 4, el estudio decidió hacer un reboot: The Amazing Spider-Man con Andrew Garfield.

El resto de la historia ya lo conocemos: The Amazing Spider-Man 2 en 2014 debió ser el lanzamiento del Universo Cinematográfico de Sony, pero su fracaso en taquilla puso sus planes en duda. Desde los hackeos a Sony en 2015 se descubrió que Sony y Marvel Studios habían conversado sobre introducir a Spidey en el MCU, cosa que se confirmó más adelante ese mismo año. Peter Parker, ahora encarnado por Tom Holland, debutó en Captain America: Civil War.

 

El acuerdo entre ambos estudios establecía, grosso modo, que Marvel Studios podía utilizar al personaje en sus producciones, sin que Sony percibiera los beneficios de taquilla. Por el contrario, Sony Pictures podía incluir personajes del MCU en sus películas de Spider-Man (como Iron Man en Homecoming) más el input creativo de Kevin Feige. Ahora sabemos, por el reporte de Deadline, que Disney sólo recibía el 5% de la recaudación en taquilla del primer día de estreno (first-dollar gross) de estas producciones.

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Aunque sin duda los fans lamentarán que Spidey ya no podrá columpiarse en un mundo donde existen Thor, Black Panther y Ant-Man, es una decisión que cobra sentido desde la perspectiva de negocios (y hasta resulta refrescante ver a Disney perder una batalla, aunque sea una vez este año). Hoy por hoy Spider-Man es de Sony Pictures todavía, y aunque aún hay esperanza de nuevas negociaciones con Disney, no le depara un futuro tan malo en solitario: Venom, Morbius y The Sinister Six están en el horizonte.

POR ANA PATRICIA ORTEGA REYNOSO

annortega5@gmail.com
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