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Actuaciones que merecían un Oscar

Edward Norton como Derek Vinyard en 'American History X' (1999)

#Cine

Actuaciones que merecían un Oscar y fueron olvidadas por la Academia

En este texto, exploraremos algunas de estas Actuaciones que merecían un Oscar y fueron olvidadas por la Academia para reconocer su calidad y legado en el cine.

La ceremonia de los premios Oscar es un evento que celebra lo mejor de la industria cinematográfica (sin estar exenta de polémicas, por supuesto), otorgando reconocimiento a actores, directores, y diversas categorías que contribuyen al arte cinematográfico. Sin embargo, a lo largo de los años, ha habido actuaciones magistrales que, sorprendentemente, fueron pasadas por alto por la Academia. Estas interpretaciones excepcionales, llenas de talento y profundidad, merecían alzarse con la codiciada estatuilla dorada. En este texto, exploraremos algunas de estas actuaciones que merecían un Oscar para reconocer su calidad y legado en el cine.

Andy Serkis

Gollum, The Lord of the Rings: the Two Towers (2002)

Parece que la Academia consideró el personaje de Gollum como un mero efecto especial y no como la interpretación real de un actor, lo cual es un grave error. Andy Serkis no sólo fue contratado para ser la voz de Gollum, sino que Peter Jackson le pidió que estuviera presente en todas las escenas en las que el personaje interactuaba con los demás actores. A través de sus movimientos, el equipo de animación pudo crear un modelo digital de Gollum y el resultado es un personaje increíblemente real y emocional.

Maggie Cheung

Su Li-zhen, In the Mood for Love (2000)

Cheung interpreta en la cinta de Wong Kar-wai a Su Li-zhen, un ama de casa en el Hong Kong de principios de los sesenta que descubre que su marido la engaña. Entonces entabla una relación con el vecino de al lado, Tony Leung. Ambos le dan vida a un romance que parece existir por completo en el silencioso aire que rodea a la pareja. La interpretación de Cheung nos enseña las emociones profundas que hacen del amor algo tan maravilloso como terrible.

Jim Carrey

Truman Burbank, El show de Truman (1998)

Los votantes de la Academia suelen prestar atención cuando los cómicos abordan papeles serios, sin embargo, Jim Carrey no corrió con suerte. La representación de Carrey como Truman, un hombre cuya vida es una farsa que se emite por televisión es inolvidable y, sobre todo, conmovedora.

Ingrid Bergman

Ilsa Lund, Casablanca (1942)

Bergman interpreta en Casablanca una de las escenas más bellas y memorables del cine: cuando le pide a Sam que toque “As Time Goes By”. Bergman transmite pasión y miedo en esta película que para muchos críticos es una de las mejores en la historia. Aunque Humphrey Bogart es el centro de la película, no hay duda de que la impresionante presencia de la Ilsa Lund de Bergman es el corazón.

Jimmy Stewart

John “Scottie” Ferguson, Vértigo (1958)

En este clásico de Hitchcock, Stewart es un antiguo detective con miedo a las alturas. Un día, el marido de una mujer lo contrata para que la vigile. Así inicia una de las cintas más oscuras de Hitchcock. Vértigo es una película sobre un amor que se convierte en locura y obsesión, y Jimmy Stewart logra plasmar ambos sentimientos de manera genial. Su actuación es memorable y debió ser reconocida de mejor manera.

Uma Thurman

La novia, Kill Bill: Vol. 2 (2004)

Thurman nos voló la cabeza en los dos volúmenes de la épica fantasía de venganza de Quentin Tarantino con su papel de la Novia, una mujer que asesina a sus antiguos socios y a su amante. La actriz interpreta prácticamente todas las emociones que existen en el ser humano: odio, tristeza, melancolía, felicidad, redención y más.

Anthony Perkins

Norman Bates, Psicosis (1960)

La locura que Perkins interpreta de forma tan memorable en Psicosis, de Alfred Hitchcock, no es sólo la psicosis que inspiraría a los villanos armados con cuchillos del género slasher moderno. Es el hecho de fingir ser alguien o algo que no eres. Perkins hizo el papel de su vida en una de las cintas más retorcidas de Hitchcock donde vemos a un hombre solitario que habita bajo el yugo de su misteriosa madre. De inicio a fin, Perkins se luce como el trastornado Norman Bates, un hombre que guarda un secreto terrible bajo ese rostro amable.

Naomi Watts

Betty/Diane, Mulholland Drive (2001)

La interpretación de Watts en la oscura obra maestra de David Lynch dio a conocer a la joven británica como una actriz con una versatilidad deslumbrante. La ingenua de ojos brillantes y recién salida del autobús que llega a Los Ángeles con el deseo de convertirse en actriz, se transforma en algo totalmente irreconocible en el último tramo de la historia. Brillante es decir poco para el trabajo de Watts.

Jack Nicholson

Jack Torrance, El resplandor (1980)

Uno de los papeles más temibles de Jack Nicholson es también una de las mejores actuaciones que hemos visto en películas de terror de la historia. ¿Cómo fue que no lo tomaron en cuenta para una nominación? Quizá la Academia estaba muy aterrorizada después de ver a Jack consumirse por la locura en el hotel embrujado de la película de Kubrick. Su actuación es deslumbrante y perturbadora. Sin duda, nadie lo entendió.

Rooney Mara

Lisbeth Salander, The Girl With The Dragon Tattoo (2011)

Esta adaptación inglesa de la novela de Stieg Larsson, La chica del dragón tatuado, no hubiera sido la misma sin la presencia de Rooney Mara, que entonces tenía veintiséis años cuando dio vida al papel de Lisbeth Salander. La chica del dragón tatuado recibió críticas positivas, aunque la mayoría de los elogios fueron para la interpretación de Mara.

Edward Norton

Derek Vinyard, American History X (1999)

Norton ofreció una de sus actuaciones más duras y polémicas en la cinta de Tony Kaye, con quien el actor tuvo problemas durante y después del rodaje. Haciendo de lado este detalle, Edward Norton demostró que es uno de los mejores actores de su generación con su soberbia interpretación de un neonazi que ve cómo su vida se desmorona después de matar a un joven de raza negra.

POR RODRIGO AYALA

Editor especializado en cultura pop, cine, historia, literatura y música. Amo el terror, la música rock, los conciertos y el running. Escribí los libros “Siempre al anochecer y otros cuentos de lo extraño” y “Potwór” para exorcizar mis demonios. Mi frase favorita: “It can't rain all the time”.

rodrigo.ayala@editorialtelevisa.com.mx
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